miércoles, 30 de julio de 2008

La actividad en el interior se intensifica ¡Felices Fiestas Patrias!

Raúl Aramburu – Diario Expreso del lunes

Julio es mes de toros en el interior del país. Se multiplican los festejos y conforme se acercan las fiestas patrias el fenómeno aumenta. Hay muchos lugares de la sierra, la mayoría casi desconocidos, que en esta época rinden culto a la fiesta mayoritaria del Perú.


El que medio conoce la realidad taurina del interior del país relaciona automáticamente el mes de julio con las ferias más mediáticas de Cajabamba, a principios de mes, Celendín, en los días finales y las fiestas patrias de Sicaya y Concepción (en la sierra central).

De la primera hemos dado puntual cuenta en días pasados y lo mismo haremos con lo que suceda en estos días por la cajamarquina Celendín – famosa por su plaza de palos de la que tanto hemos hablado – así como de las huancaínas Sicaya y Concepción, con el adicional esta vez que la preciosa Tarma, la ciudad de las flores, reaparece en el circuito taurino después de varias décadas – 41 años, casi nada – y en la portátil Miura, en Hualhuas Grande, están anunciados el sábado 26 de julio Pablo Salas, el mexicano Pepe Díaz y Eduardo Maldonado con ganado de San Alejandro. Una ciudad, taurina por excelencia, que vuelve por sus fueros. Hay que felicitarse. Y, entrando agosto, Palca, con su linda plaza imitación Acho antiguo y su tendido de los sastres en las faldas del cerro.

Pero estos son lugares más o menos conocidos. Es de sorprenderse cuando se anuncian toros en otros, más lejanos, más ignorados y muchísimos en número, que merecen abandonar el anonimato porque lo que significan, con su esfuerzo, es que son sostén de la fiesta en este país. Es por la devoción de estos lugares hacia la fiesta taurina que está como está, arraigada en el ideario y la cultura de los pueblos del Perú.

Usemos algunos ejemplos.
La foto que abre esta página, pongamos por caso, refleja la preciosa plaza de toros de Huallanca, un típico poblado serrano, limpísimo y ordenado, que está ubicado en la provincia de Huaylash (Ancash), recostado sobre la margen derecha del río Santa y es punto de partida para el ingreso al Callejón de Conchucos, una de las zonas más bellas de la serranía peruana. La placita, de reciente fundación, dará toros en estas fiestas con la particularidad de que allí aún se acostumbra – como antaño en Lima antigua – a traer el ganado arreado a caballo de madrugada, previo cierra puertas general, por las principales calles del poblado. Todo un espectáculo digno de admirarse.

En Caylloma, Arequipa, (aclaremos: la ciudad o el poblado de Caylloma, una de los tantos de la provincia del mismo nombre cuya capital es Chivay), de unos pocos miles de habitantes, también se dan toros en fiestas patrias. Así, al que se le haya ocurrido visitar este año el Valle del Colca, tendrá la oportunidad de ver a Antonio Rodríguez El Almendralejo y a Jimmy Guía El Greco, mano a mano en Caylloma el 26 próximo. Y si cuatro días después, el 30, nos vamos a Lampa, la ciudad rosada del altiplano puneño, podremos ver a los mismos actuantes en la preciosa placita de material noble que los lampeños exhiben con tanto orgullo.

¿Conocen Espinar? Está ubicado a 241 kilómetros del Cuzco, a 3927 metros sobre el nivel del mar y tiene innumerables atractivos arqueológicos como el templo de Yauri (y su famoso altar labrado en plata) y el complejo K´anamarca con su festival folclórico anual. Pues ahí también hay plaza firme y habrá toros el mismo 28.

¿Y si les hablan del bosque de piedras más espectacular del Perú con formas que asemejan a la alpaca, el elefante, el turista, el cocodrilo, la cobra, el caracol, el carnero, el pavo y tantos otros? Pues eso es Huayllay, en Cerro de Pasco, donde durante las fiestas hay también corridas y donde también, luego del trajín de la tarde, se impone un chapuzón en los baños termales de La Calera.

Y podríamos seguir. Lajas en Cajamarca, Mollebamba en Santiago de Chuco (La Libertad), Chumpi en Parinacochas (Ayacucho), Condebamba en Cajabamba (Cajamarca), Ravira en Huaral, Incuyo, también en Parinacochas (Ayacucho), Chaviña en Lucanas (Ayacucho), Palcamayo en Junín, San Sebastián de Tinta en Oyón (Lima) y tantísimos más pueblos que ondearán la bandera peruana y cantarán el himno gozando con su espectáculo favorito, el que congrega la mayor cantidad de espectadores (y que conste que soy fanático del fútbol)
Cuando todo esto vea la luz y tenga la difusión que se merece ¿creen ustedes que habrá algún fronterizo que pretenda desligar la Fiesta Nacional de la idiosincrasia del poblador peruano?
Me temo que sí, pero serán menos, seguro.