miércoles, 17 de junio de 2009

Rincón se pronuncia...

Madrid, 15 de junio de 2009
Excelentísima Concejala de Cultura de la Coruña
Señora María Xosé Bravo
Referencia: Seminario internacional por la abolición de la Tauromaquia.

Frente a iniciativas de grupos anti taurinos, en seminarios por la abolición de la Tauromaquia que se adelanta en algunas provincias españolas, quisiera expresarle mi posición y mi sentir, por esta profesión llegada a América a principio del siglo pasado, como legado de la influencia cultural del encuentro de dos pueblos, ahora hermanados.

Soy el resultado de la pasión infundida, por mi papá inicialmente y la esperanza de un mejoramiento económico familiar, ligado al sueño de ser figura en este difícil arte del toreo; arte al que mi trayectoria como torero ha contribuido junto con otros artistas a generarle respeto y admiración, antes que propiciar y menos combatir su abolición.

Mi niñez transcurre entre necesidades económicas, las primeras letras, trabajo y constantes entrenamientos; todo un caminar de disciplina y perseverancia que se vio gratamente compensado años después, con el reconocimiento del querido público taurino y no taurino a una historia de vida como ha sido la mía, ahora formando parte del grupo empresarial de ganaderos de reses bravas en España y en Colombia.

Pedir la abolición de la Tauromaquia es no considerar que ésta, tiene una raíz de más de 200 años de asentamiento cultural en el territorio español, ramales en Portugal y Francia, más la herencia allende los mares en Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela y México, y en la presente década, con alguna "exportación cultural" al mundo asiático y norteamericano. Su abolición es desconocer los 17.000 festejos al año, sólo en España, a los que vienen aficionados de otras latitudes que siguen con pasión el devenir taurino.

El universo del toro bravo como protagonista, es amplio..., amplísimo. Giran a su alrededor toreros, cuadrillas, ganaderos, periodistas, pintores, escultores, filósofos,literatos, cineastas, por nombrar algunos integrantes que hacen parte del movimiento artístico. En la parte económica, ello representa y genera: empleo directo e indirecto; impuestos municipales, impuestos de iva y de sociedades múltiples que intervienen directamente en el desarrollo del mismo festejo junto con la contribución a la seguridad social. Además, contamos con grandes exportaciones del toro bravo y su entrono a Francia Portugal y América. En el plano turístico, se ofrecen servicios a través de los diferentes medios de transporte, hostelería y gastronomía de todas las categorías; y todo ello, más lo que se me queda en el tintero, requiere ser mirado con mayor cuidado antes de convocar al derrumbe de un arte patrimonial que ha generado siempre riqueza ecológica, artística y económica.

Soy un agradecido a esta herencia cultural, que por más de 25 años me ha dado sustento familiar, mejoramiento económico al grupo humano que me rodea desde entonces, grandeza a mi profesión y reconocimiento a mi país. Todo hecho con un gran esfuerzo y gran amor al TORO BRAVO, TORO DE LIDIA.

El toro bravo, tiene en su esencia, en su naturaleza, condiciones que lo hacen particularmente un animal especial que se desempeña y se expresa como tal. El toro bravo es respetado y vive en libertad; en la lidia, dice el filósofo y catedrático de la universidad de Paris Francis Wolff, "el hombre no está frente al toro como nte una cosa que pueda tratar como le apetezca, ni ante una mercancía que pueda destruir y tirar, sino ante un ser vivo dotado de una personalidad singular, criado con respeto de su naturaleza y matado con la consideración que se debe a su ser".

Prohibir las corridas de toros, sigue el profesor Wolff, "sería no sólo condenar a la extinción inmediata la especie animal que es su protagonista, sino también privar a los hombres de una relación insustituible con los animales, la que han mantenido en todas las civilizaciones con los toros bravos". (Filosofías de las corridas de toros: pag. 39, ediciones Bellaterra).

Con un saludo y un respetuoso llamado a la reflexión quiero terminar este cordial mensaje.
Atentamente,
CÉSAR RINCÓN RAMÍREZ