lunes, 22 de febrero de 2010

El Zapata y Pablo Hermoso, éxtasis en la Plaza México.

Por Pedro Abad-Schuster

Tarde de toros en La Plaza México que registró la mejor entrada de la temporada este domingo 21 de febrero 2010. El sol en todo lo alto con inmejorable ambiente y viento por momentos. Los triunfadores indiscutibles han sido el tlaxcalteca Uriel Moreno El Zapata, quien alcanzó su tercera salida a hombros de la Monumental con 2 orejas y el rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza también con 2 orejas, protestadas por un sector de inconformes. Los toros de Rancho Seco en general descastados, complicados, con peligro, pero fueron a los caballos y empujaron. El segundo toro de rejones recibió arrastre lento por su clase.

Uriel Moreno El Zapata, de Tlaxcala, el estado con más ganaderías en el país azteca, estuvo muy tranquilo y sereno, dándose su espacio y tiempo. Con su primero hizo vibrar al público, siempre valiente y dispuesto a triunfar. Muy lucido con el capote dibujó largas afaroladas y después en quites por tafalleras con las zapatillas plantadas en la arena. En el tercio de banderillas volvió a ejecutar el "Par Monumental" y engrandeció el tercio con otro par al violín. Con la muleta se dio a torear por ambos lados templando y mandando. Hubo una tanda de siete muletazos por la derecha que le corearon en verdad con emoción por la hondura que llevaban. Se fue por derecho y cobró un estoconazo del que salió muerto el toro para dos orejas de ley. Su segundo fue un toro lleno de mañas, que llegó a la muleta con la cabeza suelta y tirando derrotes.

Pablo Hermoso de Mendoza hizo vibrar a la Plaza México con su toreo señorial y sus finos equinos, dejando ver su maestría, su clase, su impecable conducción de sus caballos. Su temple lo puso sobre la arena y logró momentos de gran exposición y brillantez; llevó embebidos en las ancas de sus caballos a sus dos toros a los que les hizo lo que quiso. Puso en éxtasis a los cientos de aficionados con su caballo Ícaro, al que tiene amaestrado y en el centro del ruedo como que hipnotizó al toro y luego con Pirata al final de la lidia de su segundo, que fue un pasaje emotivo, tierno y de gran belleza, que arrancaron sonoras ovaciones. Enorme la capacidad taurina de Pablo, que sigue siendo hoy por hoy el más grande representante del rejoneo en el mundo, junto a Diego Ventura. En su primero manejó admirablemente a la yegua Estella, a Silveti, a Caviar y a Pirata. Estando muy certero en rejones de castigo, en banderillas a una mano, en banderillas cortas, haciendo sus clásicos quiebros, sus giros en la cara de los toros y sobre todo toreándolos muy templados en todos los terrenos y hasta el teléfono hizo con Pirata y luego el par a dos manos que fue magistral por dentro, exponiendo en verdad. No estuvo muy certero con el rejón de muerte con su primero, hizo dos viajes y echó pie a tierra para descabellar al primer golpe. Pitos al toro y palmas para él.

Con su segundo en verdad Hermoso de Mendoza dio una cátedra del toreo a la jineta en todos los terrenos, clavando de frente, al estribo, de frente o de tira como se dice. En fin dio a conocer todo su gran repertorio de bien torear, templando y mandando y exponiendo como ese momento en que en un palmo de terreno por dentro, al quiebro, clavó las banderillas. Chenel tuvo un gran desempeño y con Ícaro ese pasaje domeñando al toro y luego de Pirata en las tres banderillas cortas que se sucedieron en forma brillante al final de su labor. Pablo resultó con una lesión en el codo derecho en un desplante garboso que realizó. Fue una pieza torera que hizo Pablo para dos orejas.

Mario Aguilar estuvo con el santo de espaldas, le correspondió el lote menos toreable pero dejó ver su clase y torerismo. El viento lo molestó en su primero, que brindó a su compañero Octavio García El Payo, recuperado de tremenda cornada en la corrida tradicional de Navidad en la Santa María de Querétaro. Mario Aguilar ha estado valiente ante un toro espión que desarrolló sentido, que lo buscaba afanosamente; el torero lo aguantó y le sacó los muletazos. Su segundo fue algo parecido con mucho peligro y sentido, pero ahí estuvo y lo despachó pronto.

Para el próximo domingo se espera otra gran entrada, con la michoacana Hilda Tenorio que se convertirá en la primera mujer en la historia de la Plaza México en tomar la alternativa. Será de manos de Manolo Mejía, testigo el almeriense Ruiz Manuel, con toros de Autrique. Y para el domingo 7 de marzo será la confirmación de Luis Bolívar, el Orgullo de América, torero colombiano afincado en España que realiza toda la temporada española y francesa. Será con toros de Barralva, encaste español.
http://www.mundotoromexico.com/index.php?acc=galprod&id=833

Fuente: Esto Oem