jueves, 17 de mayo de 2012

TORERAZOS EN MADRID... miedo en los tendidos y valientes en el ruedo

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La de hoy en Madrid, por San Isidro, fue una tarde no apta para cardíacos.  De cabo a rabo. Los victorianosdelrio bajitos de raza, tuvieron como virtud la movilidad, pero entrega a medias, reservones y peligrosos.  La terna estuvo por encima del nivel de los toros, muy por encima, por técnica, firmeza, disposición, voluntad, entrega y rotundidad en demostrar que estan entre los Top Ten por algo.

Castella, aún yendo contra la razón, traerse al primero de largo con el viento que arreaba las telas y por el derecho, pitón que ya había avisado de su corto recorrido y acomodo vencido, lo hizo y una ráfaga lo descubrió justo en el embroque, e hizo que el pitón derecho entrara en la ingle, llevándoselo por delanto.  Macho y aguantando lo indecible, sin mirarse jamás, se mantuvo en pie a pasarlo ahora si por izquierdas, como debía ser y más cerrado en los tercios, como mandaba la climatología.  Se entregó hasta en la estocada que con la emotividad contenida, se vació en pañolada blanca para darle en mano una oreja ganada por una machada.

No se movió del callejón. Toreó el 6o, que tampoco era bueno, porfió, en terrenos del toro, dándole ventajas, pero no consiguió redondear su pretensión justificada de cortar la segunda, a más que pinchó.  Sabía el francés que esta tarde, como la de hace unos años, era cara o cruz, y así pisó firme.  Echó  la moneda y casi pierde.  Salió revalorizado y acaso dándole nuevo aire a su temporada.  A punta de valor.  De pararse en los terrenos que lo hicieron figura, esos que había abandonado en los últimos años.  ¿habrá vuelto para quedarse instalado arriba?  La cornada fue de 10cm frenada por hueso.

Manzanares rayó en FIGURÓN del toreo.  Con toros que poco o nada de opción le daban, a más de lancear por verónicas sin probaturas en ambos, con temple, gusto y compás, cimbrando la cintura jugando los brazos con cadencia; a más de hacernos disfrutar de una lidia perfecta de su cuadrilla en cada toro, dejó especialmente en el 5o una faenón de esos en que el poder tauro-psíquico del que se pone delante es lo que finalmente amansa la fiera.  Esa, que lo tenía en la mira y no le tuvo miedo.  Firmeza y confianza en su valor -control del miedo- plantado en el terreno del toro, pulseando con él a ver quien podía más, le ganó  y lo hizo pasar, con templadísimos muletazos, a fuerzas y regañadientes, dejando en claro quien mandaba en la arena.  Todo ante el peligro no sólo de dos astas sino de una conducta asesina.  Estocadón y ovación en pie de la cátedra saludada desde el tercio aunque para mí debió ser en los medios.

Talavante, acaso con el menos malo del encierro, dejó ver su toreo de capa y sus ganas e improvisación trabajada, en base a confianza y seguridad en sus dotes de muletero especial.  Como especial fue, la entrega que hizo en el último, el mejor de lámina que parecía redimiría del susto al gentío pero se desinfló en orientado.  Pero el torero no perdió la brújulo y no cambió el guión de su toreo con entrega, jugándose la cornada a cada instante.

Esto puse en el Twitter nada más terminada la corrida: Sin palabras.  Sólo atino a decir ¡Gracias TORERAZOS N Madrid!. 1 a Ntregar la vida @JMManzanares un figurón con un marrajo y @aletalavante enorme de valor y capacidad.

Y digo más.  No por morbo pero por intentar asimilar, entender y aprender de ellos, de lo actuado, sentido, padecido, vivido por ellos en cada segundo, esta es de esas corrida que uno debe ver y ver y volver a ver...

Plaza de toros de Las Ventas. 8ª de San Isidro. Nubes y calor. Lleno total. Cinco toros de Victoriano del Río y uno (3º) de Toros de Cortés, protestado, todos de moderadas hechuras, blandos, terminaron defendiéndose, nobles excepto el 5º.
Sebastián Castella, herida oreja y silencio tras aviso.
José María Manzanares, saludo y saludo.
Alejandro Talavante, palmas y silencio tras aviso.
Incidencias: Sebastián Castella cogido por el 1º, pasó tras la lidia del 4º a la enfermería. Parte médico: Herida por asta de toro el tercio superior de la cara inetrna del muslo derecho, con trayectoria de 10 cms. Hacia dentro, que alcanza el pubis. Es intervenido bajo sedación y anestesia local. Pronóstico reservado. Fdo. Dr. García Padrós.

Fotos Aplausos, Burladero